“Día sin IVA”, un día en el que los productos de un comercio tienen un descuento equivalente al del IVA, pero en el que se paga el IVA. El cliente tiene la sensación de estar ahorrando un 21% sobre el precio habitual del producto, pero realmente no es así. El descuento es de, aproximadamente, el 17%.
¿Por qué se usa este recurso de Marketing en España? Porque somos un país al que le cuesta pagar el IVA. Somos un país donde estamos acostumbrados a “negociar los precios” con profesionales que están en la economía sumergida, porque tenemos un régimen de módulos que hace que no se pague el IVA por cada una de las transacciones efectivas de algunos comercios, porque tenemos la sensación de que el IVA es un impuesto no progresivo y no es igual de beneficioso para todos y porque somos un país donde hay todavía personas que se enorgullecen de evadir impuestos, sin que exista una reprobación social.
Desde el punto de vista del comercio, promocionar el día sin IVA significa ahondar en estos argumentos que no benefician a crear un clima de normalidad sobre el pago del IVA. Pero también es una forma dudosa de hacer campañas de publicidad en la que se “engaña” al cliente y eso no es una buena forma de generar confianza en el negocio.
Una estrategia de precios basada en el descuento puede ser buena o mala y dependerá del negocio, en eso no podemos meternos porque hay muchas estrategias válidas. Sin embargo, una estrategia que se fundamenta en una información cuando menos confusa y que fomenta evadir un impuesto, aunque no sea real, favorece una percepción distorsionada sobre el pago del IVA y no resulta un buen ejemplo.
Desde FECE consideramos necesario promover una legislación que regule este tipo de promociones y desligue el IVA u otros impuestos de la promoción de un producto o negocio. No estamos en contra de realizar los descuentos que cada cual considere oportunos para el desarrollo adecuado de su negocio. Estamos en contra del doble engaño en el que se confunda al cliente con un descuento que no es el aplicado, a la vez que se da la sensación de que se pueden evadir impuestos de forma legal, cuando el IVA se paga sí o sí en cualquier producto que se vende en un comercio.