Estos días he leído una noticia que no me hace gracia, pero que me lleva a pensar que “los grandes” también tienen puntos débiles y que también sufren. Y digo que no me hace gracia porque no deseo mal a nadie, aunque sea la competencia. Preferiría un mercado en el que cada uno tuviéramos nuestro sitio, nuestro espacio y oportunidades de crecer.
Según el Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat), el índice de ventas en grandes superficies comerciales de Cataluña cerró el año pasado con un descenso del 0,7%, rompiendo la tendencia alcista de los años anteriores. Podemos leer estos datos con la mirada puesta en el conflicto político, pero mal análisis haríamos si solo achacásemos el descenso al “procés” independentista.
Recientemente, El Corte Inglés, un ejemplo en otros tiempos de centro comercial capaz de aglutinar el consumo de nuestro país, ha solicitado en el Foro de Davos una regulación sobre la “competencia en desigualdad de condiciones” ante los portales de comercio electrónico y fundamentalmente ante el gigante Amazon. Eso nos hubiera gustado al comercio de proximidad hace años, una regulación y una protección de nuestros “pequeños” negocios ante el afán desregulador de algunos en cuestiones como los horarios, los días festivos, las promociones y las rebajas.
Pero mal de muchos es consuelo de tontos. No nos alegramos desde FECE de que a los demás les vaya mal. Sabemos lo que es estar ahí, viendo tu negocio sufrir y, con el añadido, de que en muchas ocasiones es el sustento de tu familia.
La realidad es que el mercado es lo que es y solo aquellos que saben hacer frente a los retos que nos presenta siguen y mantienen sus negocios de forma solvente. Lo hemos pedido en otras ocasiones y lo volvemos a pedir, aunque esta vez el damnificado sea uno de los grandes. Es necesario establecer unas reglas de juego aceptables para todos. Y por nuestra parte debemos analizar los retos del futuro y hacer frente a los desafíos con inteligencia, con unidad y con soluciones que mejoren la experiencia de nuestros clientes.
Al comercio de proximidad le queda mucho recorrido todavía. Y desde FECE os animamos a continuar la senda que iniciamos hace unos años, en la que unidos trabajamos por hacer que nuestras tiendas sean cada día mejores a través de la innovación, de la formación y del trabajo colectivo en defensa de los intereses del Sector Electro.
Fuera complejos.