Cámaras fotográficas. Cómo escoger a tu compañera de viaje

por | Jul 9, 2019 | Consumidor

Hubo en momento en que parecía que iban a desaparecer en pro de los teléfonos móviles, que la microelectrónica acabaría con la vida de carretes, teleobjetivos y estudios de revelado. Y en parte ha sido así, pero la fotografía digital, su cada vez menor coste y la facilidad de edición y almacenamiento de las imágenes ha propiciado un revival definitivo de las cámaras fotográficas que sufre su mayor boom en verano, de cara a las vacaciones y los anhelados viajes. Para los que tienen en mente renovar su cámara o pretenden iniciarse en este arte, allá van nuestros consejos para escogerla.

Compacta, superzoom, réflex o CSC/MILC

¿Te inicias en esto de la fotografía y buscas que tu cámara ocupe un espacio mínimo en tu mochila? Tu cámara es la compacta. Pequeñas, sencillas, ligeras, con posibilidad de pocos ajustes, perfectos para néofit@s.

Si te atreves con algo más, pero no estás dispuest@ a manejar varios objetivos, estudiar si prefieres potenciar la profundidad de campo o si es necesario sacar de la bolsa una tarjeta de grises, la cámara superzoom es para tí. De diseño también compacto y 100% manejable, añaden un buen zoom al cuerpo compacto, con lo que ofrecen mayor versatilidad que las primeras.

Aunque las cámaras réflex pueden usarse en modo automático o en multitud de semiautomáticos, el modo en que se obtiene el mayor partido es en el manual. Una gran precisión en el encuadre, gran variedad de objetivos, posibilidad de variar la velocidad de obturación y la apertura del diafragma son algunas de sus ventajas. ¿El premio? Imágenes completamente personalizadas, a tu gusto.

Por último, abordamos las CSC (compact system camera) o las MILC (mirrorless interchangeable-lens camera), de tamaño tan reducido como las compactas, normalmente carentes de visor, pero con la posibilidad de intercambiar objetivos y gran calidad de imagen. El handicap es que la gama de objetivos es aún limitada que se defienden con dificultad en entornos con poca luz.

El reino de la resolución

Fue uno de los primeros parámetros que los aficionados consideraron primordial para escoger entre una cámara u otra. A la hora de imprimir, resulta vital contar con una buena resolución. La mayor parte de las cámaras del mercado superar los 8 megapíxeles, pero si tienes intención de imprimir grandes formatos, la resolución habrá de ser mayor si no quieres encontrarte con fotos pixeladas.                                           

¿Y el sensor?

Tal como explican en dzoom, el sensor de mayor tamaño es el que ofrece mayor calidad. Full Frame, equivalente a lo que en la fotografía analógica era el 35 mm, se lleva la palma, pero también cuentas con sensores de tamaño inferior como APS-H, APS-C, Foveon o Micro Cuatro Tercios.

Sensibilidad a flor de piel

 ¿Es el sensor sensible a la luz? Es este un factor definido por la sensibilidad ISO. Disparar con una mayor sensibilidad supone una mayor capacidad para captar la luz evitando el uso del flash, pero, cuidado, también para generar ruido en la imagen, tal como explican en Xataka. Si tu cámara te permite disparar en formato RAW, podrás modificar los valores desde un editor de fotografía.

 Vídeo para todos los públicos

Resolución HD normalmente en el caso de las compactas y Full HD ó 4K en las de gama superior. La nanotecnología te pone fácil disponer de ambas funciones en un mismo aparato. ¿Imagen en movimiento? Tú eliges.

Toma nota de tus necesidades, de tus usos y costumbres, de la frecuencia de uso prevista y pásate por tu tienda más cercana para recibir el asesoramiento que precises. ¡Tus próximas vacaciones no pueden esperar para ser fotografiadas!