El Black Friday o también llamado Viernes Negro, que se celebra cada año en el último viernes de noviembre, es originario de Estados Unidos pero, desde hace unos años y gracias a la liberalización de los horarios comerciales, también lo celebramos en nuestro país para hacer compras de grandes importes aprovechando que multitud de comercios bajan sus precios y lanzan grandes promociones y también como excusa para iniciar la temporada de compras navideñas. En España hemos alargado la duración del Black Friday extendiéndola al fin de semana e incluso la semana entera.
Y lo que comenzó en nuestro país como un día o dos de promociones y rebajas exclusivamente vía online, se ha extendido también a las tiendas físicas gracias, en buena medida, al comercio de proximidad y al interés que los consumidores muestran por las grandes ofertas. De acuerdo a una reciente encuesta de GFK, el comercio venderá un 29% más que el año pasado y los establecimientos del sector de los electrodomésticos unos de los más beneficiados, ya que el 43% de los encuestados declara estar interesado en comprar electrónica, imagen, sonido y electrodomésticos (43 %).
De acuerdo con la Confederación Española de Comercio (CEC) el buen resultado del Black Friday en España respondería a dos cuestiones: por un lado es la demostración de los beneficios de disponer de períodos de rebajas acotados y definidos, pero también es fruto del nuevo consumidor, un consumidor con hábitos de compra diferentes; un consumidor mucho más escéptico, que rehúye de la compra impulsiva y valora más la relación calidad-precio, medita más sus compras, compra más frecuentemente pero menos cosas.
Desde FECE queremos animar a los comerciantes que tienen previstas o ya en marcha promociones por el Black Friday a que aprovechen la oportunidad que brinda la campaña para fidelizar a un comprador que va a agradecer el trato personalizado y la buena atención que desde el comercio se da al cliente; ¡a por ellos!