Bombas de calor o cómo sacar partido al aire acondicionado todo el año

por | Oct 29, 2019 | Consumidor

Que el avance tecnológico no deja títere con cabeza no es ningún secreto y que este toca todos todos los palos, tampoco. Por eso hoy hablamos de las bombas de calor o térmicas, la parte más “cálida” de los aparatos de aire acondicionado reversibles, que permiten recuperar el calor del aire exterior para subir su temperatura y calentar el ambiente por más que fuera haga frío.

Las bombas de calor son muy eficientes energéticamente porque no producen calor, sino que lo transportan, de un modo parecido al de los frigoríficos mantienen la temperatura fría, por ello en 2016 fueron consideradas la Mejor Tecnología Disponible (MTD) para la calefacción de espacios.

Capaces de transportar más calor que la energía que consumen, en España las bombas de calor no están tan extendidas como otros sistemas de calefacción, pero su eficiencia se va imponiendo sobre otro tipo de sistemas. Esta se mide con el coeficiente de rendimiento (COP), resultante de dividir la potencia de suministro entre la potencia que ofrece y oscila entre 2 y 5 y depende de condiciones ambientales como la temperatura exterior. Así, a mayor diferencia de temperatura, menor eficiencia.

Las bombas de calor funcionan aspirando aire del exterior que, al pasar por un evaporador, transfieren dicho calor, haciendo que el fluido del evaporador cambie de estado líquido a gaseoso y expulse el aire frío al exterior. Un compresor aumenta la presión sobre el fluido, haciendo subir la temperatura. Cuando el fluido pasa por el condensador, calienta el aire que lo rodea y se vuelve líquido de nuevo. La distribución de este aire caliente puede realizarse directamente o a través de una red de distribución de conductos.

Además de la mencionada eficiencia, la bomba de calor aporta confort, mejorando la calidad del aire gracias a sus filtros; fiabilidad, siendo el sistema preferido en los sectores con grandes necesidades de climatización, como el industrial o el comercial; ahorro, reduciendo costes en la factura eléctrica; fácil mantenimiento y funcionalidad, proporcionando calefacción y refrigeración.

La vida útil de las bombas de calor oscila entre los 20 y los 25 años, siempre dependiendo de las horas de uso, y puede integrarse sin mayor problema con otras fuentes de energía renovable.