Cocinar en el microondas

por | Sep 3, 2019 | Consumidor

No son pocos los que, dadas las temperaturas propias del verano, sufren con la sola idea de cocinar. Da igual si en casa se dispone de placa inducción, vitrocerámica, mixta… la transmisión de calor que los alimentos requieren para cocinarse acaba trasladándose al ambiente y muchos prefieren acabar tomando alimentos no cocinados con tal de evitar el calor. El microondas, sin embargo, supone una ayuda inestimable para seguir disfrutando de las mejores preparaciones evitando los grados de más, dado que el cocinado se realiza a través de ondas electromagnéticas de alta frecuencia.

Los programas de cocina guiada de los microondas suponen un plus para preparar todo tipo de alimentos, aunque quizá verduras, hortalizas y pescados blancos resulten los más agradecidos. Bien es cierto que son muchos los usuarios que no pasan de guarniciones como las zanahorias al vapor o las patatas asadas en su propia piel, pero ya hace tiempo que los microondas dejaron de ser solo un apoyo imprescindible en la cocina para constituirse por sí mismos como un electrodoméstico para cocinar.

Flanes y souflés dulces y salados, gratinados, timbales, terrinas, pescados en salsa, verduras al vapor, frutas asadas… pero en el microondas también es posible cocinar sopas, salteados, revueltos, preparar una crema pastelera, una compota de frutas y hasta tartas y galletas en un tiempo récord. Así, cada vez es más frecuente cocinar en el microondas platos completos y sanos y no un único ingrediente que suponga la base para otro plato. ¿Los secretos?

  • Trocear los alimentos de un tamaño similar para una cocción uniforme
  • Utilizar siempre recipientes aptos: cristal, plástico alimentario, silicona, Pyrex, gres cerámico, porcelana
  • No mezclar alimentos de diferentes texturas (no tarda lo mismo en cocinarse un pimiento que las espinacas)
  • Pinchar los alimentos que puedan estallar, como los huevos o las patatas con piel
  • Tapar bien los alimentos para evitar la evaporación de los jugos
  • Cocinar en tramos cortos, comprobando la cocción cada varios minutos o segundos, en función del plato
  • Los papillotes de papel vegetal son perfectos, ya que los alimentos se cocinan en su propio jugo
  • Es preferible no cocinar carnes con hueso
  • ¿Tienes un buen caldo? Tienes un buen resultado asegurado

La generalización de recipientes y estuches de silicona y las bolsas de cocción han contribuido a ampliar el rango de acción culinario del microondas. La experiencia nos dice que es posible incluso “hornear” bizcochos (con recetas adaptadas para este electrodoméstico) sin tener que encender el horno. ¿Quién puede resistirse a un bizcocho de limón recién salido del microondas? ¿Y a una tarde de cocina con niños con un esponjoso mug cake como premio? Ummmm…

¡No sin mi microondas!