Nuevos materiales, diseños personalizables y adaptados a los nuevos gustos, tendencias sociales y económicas… hay diferentes factores que influyen en las líneas de evolución de los electrodomésticos actualmente. Lo principal es que el usuario demanda sobre todo diseño y eficiencia. Y con esas premisas las marcas van adaptando sus productos a la demanda del mercado.
Las líneas básicas que marcan las tendencias afectan de un modo transversal al sector. Desde la línea blanca y la marrón hasta el PAE, las nuevas necesidades del consumidor se ciñen sobre todo a tres aspectos: el cuidado del medioambiente, los nuevos estilos de vida y la apertura del abanico de espectros familiares en el hogar, y las necesidades de conectividad.
Según este artículo de Mapfre en 1997 sólo un 5% de los electrodomésticos que se vendían era de clase A. Hoy en día (20 años después) la cifra asciende a más del 90%.
La certificación energética se ha convertido en un elemento principal a la hora de vender electrodomésticos. La normativa de la Unión Europea y la concienciación del usuario a la hora de buscar aparatos más “sostenibles” y que consuman menos está dirigiendo a las marcas hacia una política de diseño encaminada a conseguir cada vez aparatos con un gasto energético menor. Los aparatos son más eficientes en general y además cuentan con una variedad de programas que se adaptan a todas las necesidades (singles, familias, parejas…).
Otras dos cuestiones que tendrán que ir incorporando los fabricantes serán la de la reparabilidad y los aspectos relacionados con el reciclaje y la economía circular.
El estilo de vida está cambiando. Cada vez disponemos de menos tiempo y más conciencia del cuidado de nuestra salud. Este tema se refleja sobre todo en los PAE relacionados con cocina saludable y algunos otros vinculados a otras áreas de la salud (depuración del aire…) entre otros muchos, que tienen muy buena aceptación.
Y por último, pero no menos importante, todo lo que tiene que ver con conectividad y con la famosa internet de las cosas está definitivamente en auge. Conectividad a través del WiFi y control mediante apps se van convirtiendo en dos prioridades a la hora de adquirir aparatos electrodomésticos. Los consumidores necesitamos efectividad, rapidez, comodidad, en definitiva y, por ejemplo, llegar a casa y no tener que esperar que acabe la lavadora porque hemos podido programarla desde nuestro móvil.