El sector tecnológico está agitado con los recientes anuncios sobre una revolucionaria batería anunciada por la compañía Tesla y su líder Elon Musk, al que muchos llaman “el nuevo Steve Jobs”. La empresa ha anunciado que lanzará al mercado dos tipos de baterías ultra eficientes: una para uso doméstico y otra más enfocada a uso industrial. En febrero, Musk llegó a afirmar que la batería Tesla para el hogar estaba “destinada a acabar con la factura eléctrica”, que tendría una capacidad de almacenamiento de más de una semana (Muy superior a la duración actual de unos 3 días de las baterías más eficientes) y que llegaría en un plazo de unos 6 meses al mercado. ¿Estamos soñando o podría ser una realidad?
Lo que plantea Tesla ha sido una fantasía durante mucho tiempo: una forma de almacenamiento de energía ultra eficiente, con duración de una semana… y disponible bajo demanda, al contrario que las energías renovables tradicionales (eólica, solar…). No es la única empresa que está detrás de este Santo Grial: Mercedes Benz ha anunciado esta semana también que está trabajando en una batería similar. Según opiniones de expertos, lo que plantea Tesla podría ser posible ahora mismo a través de las baterías Ion Litio, aplicando desarrollos de última tecnología para mejorarlas. Eso sí, en sus primeras fases serían bastantes cara, al nivel de la instalación de placas solares de primera calidad, aunque lo plantean de una forma más accesible: los clientes pagarían una primera cuota de 1500 dólares a la compañía seguido un pago a plazos durante los siguientes 10 años, hasta alcanzar unos 3.500 dólares. A cambio, Tesla puede monitorizar el uso y el consumo de los sistemas para analizarlo y hacer mejoras, y volvería a reclamarlos pasada esa década, en un contrato semejante a una cesión.
Todo parece indicar, no obstante, que su implantación tardará más de lo que pensamos. Para empezar, los primeros pasos se darán en California, y este período tendrá un largo desarrollo por delante, y la ayuda de la gran inversión que el gobierno de allí está haciendo en energías renovables. A Europa tardará todavía más en llegar, y en España se enfrentará al problema del modo de implantación, que apuntaría a un tipo mixto (Autoconsumo a través de baterías sin abandonar la red eléctrica convencional). Lo que sí se está advirtiendo ya es que, aunque será un gran avance, no debemos esperar un milagro que nos traiga energía gratis e interminable para el hogar.