Que los españoles compran menos que el resto de europeos por internet, lo sabemos. Las cifras lo corroboran: se trata de un escaso 19% de compradores online, un porcentaje muy por debajo de la media mundial, situada en el 29%, y de la de países europeos, como Reino Unido, con un 45%, Alemania (34%), Italia (32%) y Francia (27%), o de China, donde el comportamiento es muy diferente: el 71% de los encuestados dice comprar online al menos una vez a la semana.
Sin embargo, los e-commerce rebosan optimismo: la facturación del comercio electrónico en España repuntó en el tercer trimestre del año pasado un 29,2% interanual, hasta los 5.303 millones de euros.
Este crecimiento supone un incremento del 52% desde 2013. Y representa que la frecuencia de compra ha aumentado igualmente hasta 2,8 veces al mes, siendo los jóvenes de entre 16 y 30 años los que compran con mayor asiduidad (3,4 veces).
Las razones son casi obvias: se trata de la búsqueda de ofertas en internet y los motivos que llevan a los españoles a la compra online son, especialmente los económicos (86%), pero también nos mueve la comodidad, porque un 84% compra por ser un método práctico y sencillo.
¿Y qué compramos?
Según el estudio de eCommerce 2015 de IAB Spain, 6 de cada 10 encuestados compra, de mayor a menor porcentaje, tecnología, ocio y cultura, viajes o estancias y moda (especialmente mujeres). Contrastando datos, los sectores de actividad con mayores ingresos en 2015 fueron, en primer lugar, las agencias de viaje y operadores turísticos con un 13,2% de la facturación, seguidos por el transporte aéreo y las prendas de vestir, según cifras de CNMCData. Estos números reflejan que, a los españoles, nos encanta viajar.
Además hemos constatado que la experiencia es realmente buena: 3 de cada 4 compradores online está muy satisfecho con la experiencia, llegando a una puntuación de satisfacción del 8,1. Probablemente sea ésta la razón obvia del crecimiento de las compras online. En España nos digitalizamos y nos encanta.