Aire Acondicionado: situación difícil para el sector

por | Mar 16, 2018 | Boletín mensual, Editoriales, Normativa legal

La venta de equipos de aire acondicionado está empezando a ser un dolor de cabeza para el sector de la distribución. Las cargas administrativas y obligaciones que se impone al vendedor de estos equipos suponen un verdadero problema. No sólo se establece en el RD la inédita obligación del vendedor de “delatar” a su cliente enviando a la administración la documentación relativa a su compra, en caso de que éste no entregue justificación de que la instalación se la ha realizado un instalador autorizado, imponiéndole un rol de inspección y gestión documental que no le corresponde. Sino que además, a esto se suma un problema tan ajeno, en principio, a un comerciante, como las cuotas impuestas por la Unión Europea con el objeto de reducir los gases de efecto invernadero a la atmósfera.

En efecto, El gas R-410A que se utiliza principalmente hasta ahora en los aparatos de aire acondicionado, es un gas de nivel L1 no inflamable pero con un potencial de calentamiento global (PCA) alto y por tanto según la normativa europea, consume mucha cuota por lo que se está sustituyendo por otros. Sin embargo, el gas que lo está sustituyendo, el R-32, que tiene menor PCA y además resulta más económico, está catalogado actualmente como refrigerante del grupo L2 y sólo puede ser instalado por un instalador de nivel 2. Esto implica una serie de requisitos inviables para una instalación doméstica: un proyecto de obra, un seguro de responsabilidad civil elevado, etc. Que tienen como consecuencia que el precio de la instalación sería entre 3 y 5 veces el del aparato, lo que haría el coste de instalación de un split con R-32 (L2) comercialmente inviable.

Ante esta situación, se va a modificar la actual regulación de forma que el R-32 pasará de categoría L2 a categoría A2L (ligeramente inflamable) y podrá ser instalado excepcionalmente por instaladores de nivel 1 con una serie de precauciones. Sin embargo la tramitación de esta modificación legal requiere unos meses de demora, por lo que el sector corre el riesgo de perjudicar gravemente la campaña de aire de este año.
La situación actual implica que los fabricantes ya están fabricando equipos domésticos de aire acondicionado con R-32, abandonando poco a poco la fabricación con R-410A por su aumento de precio, escasez y alto potencial de calentamiento global. Pero a su vez estos equipos requieren de un instalador de nivel L2. Paradójicamente, el nuevo real decreto ya está redactado y resolvería este problema, pero como hemos dicho, su tramitación requiere unos plazos que van más allá de este verano.

Por consiguiente, desde FECE y sus Asociaciones Autonómicas junto con otras organizaciones se está llevando a cabo una intensa campaña ante la Administración para conseguir una solución transitoria que permita la instalación de estos aparatos con R32, sin que ello implique un desembolso inasumible para el cliente final.