El Plan PRIE: la esperanza del sector

por | Mar 18, 2015 | Editoriales | 0 Comentarios

Por José María Verdeguer

VERDEGUER

Muchos habréis seguido en el último mes cómo el sector de electrodomésticos se ha unido y ha alzado la voz para pedir a la Administración un Plan PRIE. En efecto, el pasado mes, junto a las patronales ANGED y ANFEL, presentamos en rueda de prensa el estudio que realizamos y mostramos hace unos meses al Gobierno. Los medios se hicieron eco de las razones expuestas, inapelables.

Nuestro sector es uno de los más afectados por la crisis. Las ventas han descendido casi un 50% desde el inicio de la desaceleración económica, y la cadena de producción y distribución se ha visto herida de gravedad: cierre de fábricas históricas, una cantidad inasumible de comercios locales han cerrado sus puertas, miles de personas se han quedado sin trabajo. La financiación de un plan de renovación e incentivación de compra de electrodomésticos de alta eficiencia energética supondría un impulso para la industria y para la economía en general. Con beneficios para muchas personas y un coste muy bajo para la Administración, puesto que lo invertido por las autoridades en el plan se recuperaría en el corto plazo mediante impuestos, e incluso se superaría el importe invertido.

Además, un Plan PRIE de estas características favorecería especialmente a la industria española, ya que en su mayoría en nuestro país se fabrican electrodomésticos de gama media-alta, precisamente el tipo de electrodomésticos que se benefician del plan. Para el comercio resultaría un impulso evidente, y para las familias un gran alivio, al poder renovar un parque de electrodomésticos que lleva muchos años obsoletos, con una tasa de reposición por debajo de lo debido, y de baja eficiencia energética, con el consiguiente cargo en la factura eléctrica. Por si fuera poco, cambiar este parque de electrodomésticos por nuevos más ecológicos tendría un impacto positivo sobre el medioambiente y la gestión de residuos.

Hemos puesto las cartas sobre la mesa, hemos hecho una petición expresa y hemos mostrado las oportunidades y fortalezas. Ahora sólo queda esperar que el mensaje haya calado y se pongan en marcha los instrumentos para llevar a cabo este plan que ahora mismo es una de las grandes esperanzas del sector. No obstante los mensajes que estamos recibiendo no se pueden calificar de alentadores a corto plazo.