En el seno de la Unión Europea se han aprobado una nueva serie de normas dirigidas a incrementar la seguridad en el sistema de pagos electrónicos efectuados en establecimientos físicos y por internet así como mejorar la protección de datos en los mismos.
Dichas normas aplican la segunda directiva (DSP2) sobre servicios de pago que pretende modernizar estos servicios y fomentar su expansión.
El principal objetivo es regular a las empresas de tecnología financiera (proveedores de servicios de pago – Fin Tech) con el objetivo de que tengan la obligación de diseñar sistemas de autentificación del cliente fuertes. Para ello se requerirá “una combinación de al menos dos elementos independientes antes de que se pueda efectuar un pago, que podrían ser un elemento físico —tarjeta o teléfono móvil — combinado con una contraseña o una característica biométrica, como las huellas dactilares”.
Aunque la Comisión ya ha aprobado dichas normas, “el Parlamento Europeo y el Consejo disponen de tres meses para examinarlas. Sin perjuicio del periodo de examen, las nuevas normas se publicarán en el Diario Oficial de la Unión Europea. Los bancos y otros proveedores de servicios de pago dispondrán de un plazo de 18 meses para implantar las medidas de seguridad y los instrumentos de comunicación pertinentes”, tal y como ha comunicado la Comisión en un comunicado de prensa.