Llevamos muchos meses ya con precios desorbitados en la factura de la luz y la mayoría de los consumidores no paran de hacerse esta pregunta: ¿por qué varía el precio de la luz a diario?
Para tratar de entender este dilema, lo primero que debemos hacer es conocer cómo funciona el mercado eléctrico. Para empezar, debemos destacar que el coste de la electricidad se fija cada día en función de la subasta que se realiza en el mercado mayorista. En este mercado están las empresas que generan energía y que la venden a las comercializadoras que son quienes la distribuyen entre los consumidores.
Pero ¿por qué sube la luz?
Las principales razones de la subida de la factura eléctrica se deben al incremento de los precios del gas, el CO? o las subidas del mercado de emisiones.
Según un informe del Banco de España, el 20% de la subida se debe precisamente al coste de las emisiones de CO?, mientras que un 50% corresponde a la subida del gas. El resto se debe a impuestos y traspaso a minoristas.
La meteorología también influye en el precio final que pagamos por la electricidad. Las olas de calor o las nevadas intensas como la pasada “filomena” provocan que crezca la demanda de la luz y que los precios suban.
Además, los costes asociados a nuestra factura de la luz incluyen una serie de factores a tener en cuenta que contribuyen a formar el precio final que tendremos que pagar por nuestro consumo eléctrico.
¿Qué costes incluye la factura de la luz?
Tal y como explica la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), el importe que pagas en tu factura por la energía eléctrica incluye todos los costes necesarios para que la electricidad llegue de forma continua hasta tu casa.
Así, el precio de cada kWh que consumes incluye:
– Tarifas de acceso: que son la suma de estos dos conceptos:
-Peajes: cubren los costes de transportar y distribuir la electricidad hasta los hogares (redes de alta, media y baja tensión, transformadores, etc.). Son precios fijos que, a partir de ahora, los establece la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
-Cargos del sistema eléctrico: reflejan costes del sector como, por ejemplo, las primas a las energías renovables, los costes de cogeneración y residuos (RECORE) y la compensación del déficit acumulado en pasado años al no recaudar lo suficiente para cubrir estos gastos. Son precios fijos que marca el Gobierno.
– Costes de producción: lo que cobran las empresas que producen energía eléctrica y que la venden al por mayor. El precio mayorista sube y baja en función de qué tipo de centrales se estén usando (de gas, nucleares, hidráulicas, solares, eólicas…), de la demanda que haya en el momento, etc. Además de otros elementos que intervienen en el coste final, como los pagos por capacidad, las pérdidas del sistema…
– Margen de comercialización: es el importe que se lleva tu comercializadora por encargarse de la facturación, el cobro, etc. más un margen de beneficio (mayor o menor según qué comercializadora y qué tarifa).
– Impuestos: la electricidad soporta, entre otros impuestos, el impuesto de la electricidad (5,112%) y el IVA al tipo general del 21%.
La parte fija del recibo, la que se refiere a la potencia contratada también soporta una estructura de costes similar: incluye los peajes y cargos, y algunas comercializadoras, como ocurre con la tarifa regulada PVPC, incluyen ahí su margen de comercialización.
Fuente: OCU