Recomendaciones de FECE para ahorrar agua y luz en casa

por | Feb 1, 2023 | Blog

Con el precio de la luz disparado, cada vez son más los hogares que se preguntan cómo lograr un ahorro en la factura de la luz sin modificar en exceso sus hábitos o sus rutinas diarias.

 

Y es que los electrodomésticos se crearon para facilitarnos la vida y tener que levantarnos a las 4 de la madrugada para poner una lavadora por ejemplo, no hace que nuestra vida sea más fácil sino todo lo contrario. Pero si la luz nos desbarata el presupuesto familiar y necesitamos utilizar nuestros electrodomésticos, ¿cómo hacerlo sin que ello acabe por arruinarnos? Hoy os vamos a dar unas claves para lograrlo. Porque combinar el uso de electrodomésticos con el ahorro energético es posible si sabemos cómo.

 

Para empezar debemos tener en cuenta que un electrodoméstico anticuado o con un mantenimiento deficiente deja de ser un aliado doméstico para ser el “enemigo” en casa. Por ello es fundamental contar en nuestro hogar con electrodomésticos eficientes diseñados para realizar su función con un menor consumo energético. Justo lo que necesitamos.

 

Electrodomésticos eficientes

 

Como nos recuerda la OCU, el 55,2% del consumo eléctrico de nuestros hogares proviene de los electrodomésticos, por lo que elegir aparatos más eficientes es vital para reducir nuestra factura de la luz, así como el consumo de agua.

 

La manera de saber si un electrodoméstico es eficiente o no, es con la etiqueta energética que cada electrodoméstico nuevo debe llevar visible. En ella se nos indica el nivel de consumo, tanto de luz como de agua, en el caso de las lavadoras y los lavavajillas.

 

Mediante un sistema de colores y letras sabremos si el electrodoméstico que vamos a adquirir es eficiente energéticamente. Así, el color verde oscuro significa mayor eficiencia y el rojo menor. Y en cuanto a la identificación por letras la escala va de la A a la G, siendo la A la de mayor eficiencia energética y la G la menor.

 

¿Qué diferencia de consumo hay?

 

Tomemos como ejemplo el frigorífico por ser el electrodoméstico que más horas de consumo al año acumula ya que no lo podemos desenchufar y que representa por tanto un 30% del consumo eléctrico en nuestro hogar. La diferencia entre utilizar un aparato antiguo y uno de alta eficiencia energética puede rondar los 58 euros mensuales, lo que supone un ahorro de 600 euros a lo largo de su vida útil. Un gran cambio y un beneficio considerable para nuestro bolsillo.

 

Y si hablamos de consumo de agua, lo mismo sucede con lavadoras y lavavajillas. Aquellas cuyo etiquetado energético sea más elevado nos proporcionarán no solo un ahorro en la factura de la luz, sino que su consumo de agua se verá también considerablemente reducido pudiendo llegar, según los modelos, hasta el 40% menos al año.