Ahorrar energía con tus electrodomésticos no solo es beneficioso para tu bolsillo, sino también para el medio ambiente.
Desde FECE queremos daros algunas recomendaciones para ayudar a reducir el consumo de energía de vuestros electrodomésticos:
Compra electrodomésticos eficientes en energía: Busca electrodomésticos con la etiqueta de eficiencia energética que indique que cumplen con los estándares de eficiencia.
Mantén tus electrodomésticos limpios y en buen estado: Un mantenimiento adecuado garantiza que tus electrodomésticos funcionen de manera eficiente. Limpia los filtros de las lavadoras y secadoras, y asegúrate de que las puertas de los refrigeradores y congeladores cierren correctamente.
Utiliza la carga completa: Llena tus lavadoras, lavavajillas y secadoras antes de usarlos para maximizar su eficiencia energética. Siempre que sea posible, ajusta las cargas para evitar el desperdicio de energía.
Usa programas y configuraciones adecuadas: Elije los programas de lavado y secado que mejor se adapten a tu carga. Utiliza agua fría para lavar la ropa siempre que sea posible, ya que calentar agua consume mucha energía. Además, aprovecha las funciones de ahorro de energía en tus electrodomésticos.
Desconecta los dispositivos cuando no los uses: Muchos electrodomésticos consumen energía en modo de espera. Desconéctalos o utiliza regletas de energía para apagar varios dispositivos a la vez.
Aprovecha las horas de menor demanda: Algunas áreas tienen tarifas de electricidad más bajas durante ciertas horas del día. Si es posible, realiza tareas que requieran un alto consumo de energía, como lavar ropa o cocinar, durante estas horas.
Ajusta la temperatura de tu refrigerador y congelador: Mantén los termostatos de tu nevera y congelador a la temperatura recomendada y evita abrir las puertas con demasiada frecuencia. También, asegúrate de que las puertas estén bien selladas.
Cocina de manera eficiente: Utiliza tapas en las ollas y sartenes para retener el calor, cocina con el tamaño adecuado de la hornilla y apaga la estufa o el horno unos minutos antes de que la comida esté lista, ya que estos seguirán cocinando con el calor residual.
Aprovecha la luz natural: Durante el día, utiliza la luz natural tanto como sea posible y evita encender luces innecesarias.
Invierte en tecnología inteligente: Los dispositivos inteligentes te permiten controlar y programar tus electrodomésticos para que funcionen de manera más eficiente, incluso cuando no estás en casa.
Revisa el aislamiento de tu hogar: Un buen aislamiento y ventanas selladas ayudarán a mantener una temperatura constante en tu hogar, reduciendo así la necesidad de usar sistemas de calefacción y refrigeración con frecuencia.
Apaga los cargadores y dispositivos electrónicos cuando no los uses: Incluso cuando no están cargando dispositivos, los cargadores enchufados pueden consumir energía.
Siguiendo estas recomendaciones, no solo ahorrarás energía, sino que también reducirás tus facturas de electricidad y tu huella de carbono.