Los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) son desechos que provienen de dispositivos eléctricos o electrónicos en desuso o en condiciones de ser desechados. La gestión adecuada de los RAEE es fundamental para evitar impactos ambientales negativos debido a los materiales peligrosos que pueden contener, como metales pesados y sustancias tóxicas.
En muchas ocasiones la falta de información o las dudas sobre qué hacer con nuestros viejos aparatos provoca que estos acaben su vida útil de manera inadecuada, en vertederos o tirados en cualquier lugar, lo que provoca un daño irreparable a nuestro medioambiente.
Afortunadamente la labor de empresas como nuestro partner Fundación Ecolec están ayudando a que tanto consumidores como puntos de venta no solo tomen una mayor conciencia del problema, sino que sepan cómo actuar llegado el momento.
Estas son algunas dudas comunes en la gestión de RAEE y cómo resolverlas:
¿Cómo recolectar RAEE de manera eficiente?
Existen puntos de recolección específicos en centros de reciclaje, tiendas o campañas de recolección. Fomentando el retorno de productos a los fabricantes o estableciendo programas de devolución, se contribuye también al que se recolecte un mayor número de RAEE.
¿Cómo se separan y clasifican los RAEE?
Las empresas encargadas de esta labor cuentan con personal capacitado para identificar y clasificar adecuadamente cada uno de los dispositivos. Existen pautas claras para la separación de componentes, con el fin de lograr un reciclaje más eficiente.
¿Qué se hace con los RAEE recolectados?
Una vez recolectados, los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) pasan por un proceso de tratamiento específico para maximizar su reutilización y minimizar su impacto ambiental.
Estas son las principales etapas en el tratamiento de los RAEE recolectados:
Clasificación y Evaluación: Los RAEE recolectados se clasifican según su tipo y estado. Se evalúa si pueden ser reutilizados, reciclados o si deben ser desechados.
Desmontaje y Separación: Se desmontan los dispositivos en componentes para facilitar la separación de materiales. Esto incluye retirar plásticos, metales, vidrio, circuitos impresos, cables, baterías, etc.
Recuperación de Componentes: Los componentes en buen estado o que pueden ser reparados se separan para su reutilización o se envían a programas de reacondicionamiento.
Reciclaje de Materiales: Los materiales recuperados, como plásticos, metales (como el cobre, aluminio), vidrio y componentes electrónicos (circuitos impresos, chips), se envían a plantas de reciclaje especializadas.
Tratamiento de Sustancias Peligrosas: Las sustancias peligrosas presentes en los RAEE, como mercurio, plomo, cadmio o ciertos compuestos, se manejan de forma especializada y se eliminan o reciclan de manera segura.
Disposición Final: Los residuos que no pueden ser reciclados o reutilizados se gestionan de manera segura y se disponen en vertederos autorizados siguiendo los estándares ambientales y de seguridad.